CARTAGENA (del 21 al 23 de junio): BUCEA PARA TU PROPIA SATISFACCIÓN, LA RECOMPENSA SERÁ MUCHO MAYOR
DEL 21 AL 23 DE JUNIO VENID A CARTAGENA.
SI OS APETECE, VAMOS.
SI NO QUERÉIS, NO VENGÁIS.
Si cuando buceas tus sentidos se abren a las sensaciones, la inmersión adquiere una exquisita sensibilidad.
Cartagena es la cuna del buceo en España. Una de las bahías mejores resguardadas de los vientos dominantes con unos fondos plagados de inmersiones aptas para cualquier nivel y llenas de vida.
Con una variedad de inmersiones difícil de encontrar en otras zonas del mediterráneo en las aguas de la orgullosa Cartago nova podrás bucear en bajos, cuevas o pécios.
Un fin de semana con sabor y olor a buceo.
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tienda@zonadeinmersion.com
200€
El precio incluye:
- 2 noches de alojamiento en habitación doble.
- 2 desayunos, 1 comida, 2 cenas.
- 4 Inmersiones.
El precio NO incluye:
- Suplemento por habitación individual.
- Inmersiones extras.
- Conceptos no especificados en “el precio incluye”.
El viernes, como viene siendo la costumbre, saldremos con ganas de alejarnos de las temperaturas veraniegas que tenemos en Madrid, que ya está aquí ese calor que es más pegajoso que Tomás Roncero contándote lo de las “Champions” del Madrid. Antes de llegar a nuestro destino, avituallaremos en alguna de las despensas que conocemos para degustar uno de esos bocatas de panceta a la brasa con queso manchego de la mancha con los que os atraeremos a todos y os ataremos al ansiamasá.
El sábado nos desplazaremos al puerto de Cartagena para hacer dos inmersiones en una de las bahías más protegidas del mediterráneo. Así, evitaremos, en gran medida, esos incómodos oleajes que os hacen vomitar más que ver un maratón de los Gipsy kings. Luego, visitaremos la casa del mar donde degustaremos una exquisita paella. Una vez terminemos de comer podemos elegir entre una visita al museo arqueológico, conocer el anfiteatro romano de Cartago nova, un paseo por la ciudad para que luzcáis esos “outfits” de pantalón roñoso y camiseta vieja que parece que los hayáis sacado de un camión volcado de Cáritas, o ir a una playa a lucir tatuajes que alguno parece ya un lugarteniente de la mara Salvatrucha. Si hay alguien que se venga más arriba que el que llamó “coliseum” al campo del Getafe, ya que estamos, podríamos hacer alguna nocturna, que desde que tenéis que ir al Mercadona con la pareja ya no hay fines de semana bien aprovechados de esos de 9 inmersiones. Por supuesto, si lo prefieres puedes optar por la tarde épica y volver a la Unión a echarte una de esas siestas de las que te despiertas y no sabes si hay que cenar o desayunar.
Tras la cena, descansaremos y recuperaremos fuerzas para lo que nos viene el domingo.
Las inmersiones en Cartagena son bastante divertidas, con mucha fauna, muy variadas y asequibles para todos los niveles. Incluso la de la bahía de la Algameca, cuyos fondos son más feos que la parte de arriba del melón, cuenta con los alicientes de bucear de los pécios de un Harrier y de un helicóptero “Seaking”.
Una vez terminemos con la cosa del nitrógeno, recogeremos, volveremos grupas y nos lanzaremos a las largas carreteras de La Mancha, parando para tomar un café (que con tanta actividad lo mismo no llegamos despiertos a Sangonera) o unos bocatas de lo que sea a la brasa con queso Manchego aunque eso suponga lidiar con las moscas veraniegas que las apartas dando ostias como King Kong a los aviones en el Empire State.
Recuerda que las plazas están limitadas, que lo mismo pestañeas, te quedas sin sitio y te pones a llorar más que Sonia cuando estamos viendo “Espartacus” y me quito la camiseta.
DE PRONTO NOS APASIONAN COSAS A LAS QUE JAMÁS HABÍAMOS DEDICADO UN PENSAMIENTO, COGEMOS INSOSPECHADAS MANÍAS, NOS FIJAMOS EN DETALLES QUE NOS HABÍAN PASADO INADVERTIDOS Y QUE NUESTRA PERCEPCIÓN HABRÍA SEGUIDO OMITIENDO HASTA EL FIN DE NUESTROS DÍAS
los enamoramientos” (2011), Javier Marías