TIRITONA 2020, LA NUESTRA, LA QUE NUNCA NOS PODRÁN COPIAR.
UNA GOLONDRINA NO SIGNIFICA EL INICIO DE LA PRIMAVERA, LA TIRITONA, SÍ
En columbretes es donde te das cuenta que la vida es eso que pasa cuando no tienes wifi.
Así, más o menos, tras un sonoro “a la mie… con todo” se gestó la primera de las “tiritonas“. La de los autos de choque, la de las olas de tres metros, la de las huellas indelebles de manos en un inodoro. Desde entonces, muchas más se han completado. Ahora tratan de copiarnos, aunque, en realidad, solo nos puedan copiar el nombre de la expedición, porque las navegaciones épicas, los buceos de risa tensa, los descubrimientos de nuevas rutas bajo los vapores de un “cremaet” o los desastrosos momentos de estoicismo, honor y gloria que hemos pasado en las “tiritonas” de todos estos años, esas, ¡son inimitables!
Que nosotros hacemos“tiritonas” cuando aún no era número uno en los 40 principales el del Gangnam Style o nos íbamos de la mesa si no había Casera. Que hay quien presume de hacer “tiritonas” y no sabe lo que es comer pollo a la brasa todos los sábados y paella todos los domingos.
En fin, que a pesar de que el ansiamasá nos arrastrará a la costa antes, la genuina “tiritona 2020” como siempre y como es tradición, será un reto para los irreductibles al “merme”, los insensibles a la climatología y los que tengan un buen“siete” un semi seco… o un seco.
RESERVAS Y CONSULTAS
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350€
El precio incluye:
– Alquiler del catamarán.
– Botella (12L) y lastre.
– Comidas y refrescos desde salida de puerto.
– SEIS inmersiones.
El precio NO incluye
– Cena del día del embarque.
– Cualquier concepto no especificado en el apartado “el precio incluye”.
A ver, que sí, que estamos de acuerdo, que llegar a Benicarló puede ser más pesado que escuchar a Roncero hablando de los títulos del Madrid, pero que una vez estemos en carretera, las brasas ayudan a sofocar el tedio y cuando huelas esa mezcla de paseo marítimo, fritura de pescado y kebab se te pasarán todos los males. Luego es cuestión de tener un poco de suerte para que la navegación hasta la reserva sea confortable, pero, cuando veas salir el sol entre las olas, dejará de importarte el movimiento del barco. La visión de la roca negra, de las pardelas y de los patos de mar anima para hacer los dos primeros buceos en la reserva, bien en la isla Grosa, bien en la Foradada, bien en la Ferrera… donde nos gruña la neurona, que nuestro barco puede en todos los fondeos.
Y es que en Columbretes el atractivo fondo marino engancha, la vida marina engancha, aunque, sinceramente, lo que más engancha son los pomos de las puertas del catamarán cuando llevas camisetas con manga ancha.
Luego queda la fideua de “Sebas” con su ali oli, la visita a la isla para tomar un delicioso café “capuccino” en la terraza del faro viendo la puesta de sol más bella del mediterráneo, comprar hielo para los “gintonics” de Silvia o adquirir alguno de los recuerdos que venden en la pequeña tienda del centro de visitantes.
De las dos inmersiones del domingo solo nos separa una noche arropados por la vía láctea, iluminados por la luna, mecidos por las olas en un cielo solo cortado de vez en cuando por el resplandor del faro de Ibiza.
Unas horas de navegación en aguas históricas y el viaje de regreso a casa. Así será nuestro fin de semana.
Descubrir los mitos de Columbretes, es cosa tuya, del resto, ya nos ocupamos nosotros.
SI TIRITAS NO ES POR EL FRÍO,
ES POR LA EMOCIÓN.